Salir con niños a comer en restaurantes no tiene que ser una tortura; aquí te cuento mi experiencia para disfrutar estas salidas en familia.
Hace tiempo que no escribía un artículo de mis experiencias como mamá, por lo que me he propuesto retomar estos temas que son de utilidad en esos momentos cuando necesitamos un consejo para sortear alguna situación y no morir de angustia y desesperación pensando que esas cosas sólo nos pasan a nosotros...
Hablemos de ir con niños a restaurantes y salir airosos y contentos...
Salir a comer en restaurantes puede ser una actividad divertida y hasta necesaria para la familia. Sin embargo, cuando hay niños pequeños involucrados, muchos padres prefieren saltarse estas citas y comer en casa, perdiendo oportunidades para disfrutar e incluso educar a sus niños en ambientes y situaciones distintos a los del hogar.
Nosotros comenzamos a ir a restaurantes con nuestra hija cuando ella tenía 6 meses, y desde entonces vamos al menos 1 vez a la semana a comer a algún lugar; a estas alturas, ella es capaz de pedir su bebida cuando llega el mesero y también lo que quiere comer (que casi siempre es lo mismo, jaja).
Estas son mis recomendaciones para hacer placentera la comida en restaurantes con niños
- Crea una expectativa agradable en el niño, cuéntanle lo que van a hacer y qué esperas de él sin regañarlo desde antes de que pase nada.
- Muchas veces los niños gritan, lloran o quieren moverse constantemente mientras estamos en la mesa porque están aburridos o cansados, así que hay que prestar atención a estas señales.
- Si tienes un horario marcado para las comidas de tus hijos, no vayas al restaurante exactamente a la hora, porque pueden haber demoras encontrando estacionamiento, encontrando mesa y el niño estará con hambre y molesto y esa es una fórmula para el desastre.
- Es buena idea llevar algunos snacks que le gusten al niño; mejor prevenir que lamentar.
- Escoge el restaurante ideal para ir con niños. Ya se que quieres ir a ese lugar de última moda, pero no todos los restaurantes están pensados para tener a niños como sus clientes; evítate molestias.
- Aprovecha el momento para educar a tus hijos sobre cómo comportarse en estas situaciones y lugares, por ejemplo, qué y para qué es el menú, cómo ordenar la comida, entre otros. Esto les ayuda a tener seguridad y confianza en estas situaciones una vez se van haciendo mayores.
- Ser considerados con los meseros. Si nosotros mismo no toleramos algunas conductas en nuestros hijos, no esperemos que extraños lo hagan también, aún cuando estemos pagando por el servicio, que por cierto, no es un servicio de guardería ni nada por el estilo.
- Mira si en el menú hay platos para niños y si nada de eso les apetece o pueden comer, pregunta al mesero por algunas opciones de comida, ellos sabrán que aconsejarte.
- Ordena primero la comida de los niños y pide amablemente que la traigan antes de las órdenes de los demás comensales en la mesa.
- Algunas veces resulta conveniente pedir alguna comida del menú regular y compartirla con el niño.
- Ten a mano pequeños juguetes con los que el niño se distraiga; yo siempre cargo en mi bolso algunos creyones y hojas en blanco o pequeña libretica donde ella puede dibujar. Cuanto todo esto falle, ya sabes que el celular es tu mejor amigo 😅
- De ser posible, siéntate en una mesa con vista a la calle, los niños se entretienen mirando los carros y personas al pasar y además, dará lugar a alguna conversación interesante para ellos.
- Ten en cuenta que cada vez los restaurantes tienen menos espacio, por lo que ir con esos strollers gigantescos que usan ahora las mamás en el que además tiene todas las bolsas de compra, puede resultar incómodo; toma tus previsiones.
- De vez en cuando, dar el privilegio al niño de comer o tomar cosas que normalmente no hacen en casa, como un postre, alguna bebida.
- No le des largas a la comida como cuando estamos con los amigos, los niños no tienen mucha paciencia con eso.
- Permite que caminen un poco por el lugar en tu compañía, que se sienten en el piso a un lado de la mesa, que se muevan un poco.
- Algunos niños son mas sensibles al ruido, especialmente cuando están muy pequeños, por lo que si hay música a alto volumen, es posible que se sientan irritados; trata de corregir la situación cambiándote de mesa o simplemente saliendo del lugar.
- Si alguna de las salidas no sale bien, no te sientas mal ni hagas sentir mal a los niños por eso. Haz lo mejor que puedas sin perder la calma y recuerda que siempre hay una próxima vez para disfrutar y aprender.
¿Sales con tus niños a comer en restaurantes? Comparte con nosotros tus experiencias y qué estrategias has usado cuando sales con tus hijos a comer fuera.
16 comentarios
Mis hijos son ya mayores, pero siempre nos han acompañado a todas partes desde pequeños, a restaurantes por supuesto. Cuando a la vida familiar cotidiana le damos normalidad, ellos la aceptan como tal al tiempo que van aprendiendo y formándose como personas, o buenas personas, que al final es lo que todos perseguimos que sean.
ResponderEliminarHas elaborado una buena lista de consejos, te felicito, si alguien tiene algún problema con sus niños solo hay que echarle un vistazo porque has tenido en cuenta cualquier pormenor que se pueda presentar.
Un beso. Feliz finde.
Así es Lola, yo con mi hija para todos lados, y es que como padres necesitamos enseñarles en todas las situaciones que podamos porque eso les da seguridad y además, no se sienten que son rechazados. He visto a mamás pasarla con mal con los niños en restaurantes, pero no precisamente por culpa de los pequeños...
EliminarUna entrada estupenda Angélica. Hay que hacer vida en familia cuanto antes, yo intento ir con Lara y si no nos podemos adaptar pues no vamos. Si no es ahora, será dentro de unos meses.
ResponderEliminar¡Besos iml!
Gracias Cuca, nosotros disfrutamos mucho las salidas con la niña y ella se porta de lo mejor, pero si un lugar no es apropiado para ir con ella, simplemente no vamos.
EliminarBesitos y feliz fin de semana!
Gracias por los consejos!! Yo suelo llevar una libretilla chica y un bolígrafo o unas ceras, jiji, y a veces (no siempre) funciona. Besos Angèlica, buen post. ;)
ResponderEliminarSi Isabel, hay que tener varias cositas bajo la manga, pero sobre todo, no ir a estos lugares cuando los niños están muy cansados porque nos harán la vida imposible, jaja! Besitos!
Eliminar¡¡Hola Angélica!! Ya le daría yo a leer a más de uno de mis amigos tu entrada de hoy. Sé que es muy fácil hablar sin tener niños, y no sé tu entorno, pero el mío, es horrible salir con niños. Las pocas parejas de amigos que quedamos sin tener niños lo hablamos muchas veces, los niños de hoy en día están sin civilizar. Por lo menos aquí, créeme. Y no te pienses que es porque los padres no tienen ninguna educación, que la mayoría tienen sus carreras, pero no le trasmiten ninguna educación a sus hijos. Ninguno se sienta apenas cinco minutos en la mesa y corretean por ahí sin que ninguno de sus padres le digan nada, aunque molesten a los camareros e incluso a otras comensales.
ResponderEliminarAhora, en verano, que salimos mucho más con los amigos y sus niños, aquí es muy típico en los bares, que con la bebida te pidas una tapa, pues no la ha puesto en la mesa, cuando los niños la atacan sin piedad y no te dejan nada en el plato. Nadie es capaz de decirles nada, de que si no es su plato, de que pidan permiso, o cualquier cosa. Aquí lo primero son los niños, y si quedas con algún adulto, y su hijo dice que no quiere ir, te dejan plantado porque el niño ha dicho que no.
No sé, sé que no era lo de antes, pero tampoco la permisibilidad que hay ahora. Mis padres, jamás, me tuvieron que reñir por mi mal comportamiento en público (aunque en casa fuera un poco rebelde), y cuando hablaban ellos, a mi no se me ocurría interrumpir por nada en el mundo.
Veo que tú tienes las ideas bastante claras, y que por lo menos, sabes dónde puedes ser flexible y donde no. Por desgracia, cada vez me encuentro con menos padres como vosotros, a ver si cunde el ejemplo. Pero la educación, no se debería perder. Besitos.
Gracias Isabel, tienes razón, yo no se que es, pero viendo los niños hoy en día, es muy distinto al comportamiento que por ejemplo yo tenía a esa edad. Yo educo a mi hija en base a ese ejemplo familiar que tuve y muchas veces choca con la forma como otros niños están siendo criados.
EliminarCuando se tienen hijos las cosas cambian para uno, y el gran reto es buscar un balance entre las necesidades personales y las de los niños.
Muchas veces en las salidas con amigos no caben los niños, así de sencillo, bien sea por el lugar a donde van no es apropiado, la hora...y uno debe entenderlo.
Nosotros al no tener aquí ningún familiar que nos ayude con nuestra hija, hemos aprendido qué hacer y que no con ella; por ejemplo, vamos a comer y lo mas tarde que estamos en la casa es a las 8 de la noche, porque esa es la hora de comenzar las preparaciones para dormir.
No tenemos amigos con niños y cuando salimos todos quedan sorprendidos de lo bien que se porta, y hasta los meseros nos lo dicen; generalmente hacemos algo que ella quiere antes de llegar al sitio a comer y así pasa la velada de lo mejor porque también se siente complacida.
También cuando vamos a un restaurante donde tienen una gran nevera a la vista con pescados y en una momento dado, ella quiere ir a verlos y contarlos y que se yo, pues allá vamos con ella y pasa el rato de lo mejor mientras esperamos la comida o algo así...en fin, buscamos disfrutarnos y no pelear la situación.
Y te digo, la actitud de los niños en público es reflejo de lo que aprenden en casa.
Besos y feliz fin de semana!
Me encanta, si salimos a comer con mi peque, muchos de los consejos que das ya los pongo en practica. Muy interesante ver otros puntos de vista sobre este asunto jejeje, cuando estaba más pequeñin si que nos limitábamos más en salir, pero con el tiempo ya lo sabemos sotear mejor.
ResponderEliminarUn abrazo!
Así es María, muchas veces necesitamos otras experiencias para tratar de aclararnos un poco y tomar algunos consejitos, qué bueno que encuentres útil este post, gracias!!
EliminarBesitos!
Que post tan lindo e instructivo!!! es verdad que muchas veces nos privamos de ir al restaurante porque los muy angelitos, se portan bien en casa pero se "lucen" en público jajajajaja aunque ya acá en Venezuela es un lujo salir a un restaurante, prefiero aquellos que tienen parque incluido, para que se distraigan mientras llega el pedido o al terminar de comer y poder disfrutar la conversación con mi familia. Saludos
ResponderEliminarMelba, a veces las cosas simplemente no salen como uno no quiere y nos niños no están de humor, igual le pasa a uno, jaja! Pero en esos casos hacer lo mejor que uno puede y no mirar alrededor a ver que reacciones tiene la gente porque te sientes peor, jaja!
EliminarBesitos!
Angélica, muy buenas recomendaciones. Mis hijos ya son grandes, pero cuando eran pequeños iban a todas partes con nosotros (cuando podían venir, claro) y eran muy buenos. Mi madre siempre dice que nosotros nos "maleducamos" de mayores... ja ja.
ResponderEliminarLo que peor llevo son esos niños insoportables corriendo entre las mesas y molestando a todo bicho viviente. Uno de los motivos por los que nunca jamàs iría a un crucero en época de verano y esos niños corriendo por ahí y yo sin poder irme a ningún lado. Lo peor son esos padres permisivos y que encima se enfadan si alguien dice algo. Un espanto. Este post tuyo tendría que estar colgado a la entrada de los restaurantes susceptibles a las visitas de gente con niños. Besos y buena semanita.
Si Patty, de hecho mucho padres parecen que se olvidan andan con niños y si se están dando unos tragos, peor, piensan que porque están pagando hay que aguantarse todo. Yo permito a mi niña algunas cosas siempre y cuando no moleste a los demás con ruidos o juegos, he tenido niños al lado con tableta con videojuegos a todo volumen...
EliminarAlgunas veces me da mucha pena con los niños en los centros comerciales, después de toda una tarde de compras, aburridos y luego se los llevan a comer, tú ves como hacen la vida imposible, pero es porque están super cansados y aburridos, también hay que pensar en ellos...
Bueno, muchas cosas hemos vivido como madre y como espectadoras, esto de la crianza no es fácil, pero no por eso hay que dejarlo a la deriva!
Besos y que sigas disfrutando de tu verano.
Muy interesante ver estos consejos Angélica, en casa no hay peques aún, me reservo lo del celu porque muchas veces los pequeños con aparatos desde tan chuquitos resultan completamente enganchados a ellos (sin embargo, no digo nada porque no tengo la experiencia y no sé como vaya a ser jajajaja), besos para ti y espero que estés disfrutando de tus merecidas vacaciones en aquellos preciosos lugares que nos muestras por IG.
ResponderEliminarbesos!
Hola Natalia, el tema del celular puede ser espinoso; mi opinión es no abusar, sino aprovechar los beneficios de la tecnología. Muchas mamás dicen eso, y parece que es inevitable caer en la tentación, especialmente si nosotros como adultos hacemos uso frecuente del celular o tabletas, cómo le dices a tu hijo que no si tú mismo lo usas con frecuencia? Es como aquello de decirle a tu hijo que no fume, pero tú si lo haces delante de ellos, jaja!
EliminarBueno, sea como sea, la idea es que los padres busquen las estrategias que crean convenientes para salir airosos de estas citas que a veces nosotros anhelamos con impaciencia, pero los niños simplemente no están de ganas y eso hay que saber entenderlo también.
Besitos amiga, feliz finde!!
Gracias por unirte a la conversación. Si has hecho alguna de las recetas, me encantaría que regreses y nos cuentes tus resultados 🤗
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